Cuando una película o una serie nos atrapa suele ser gracias a los personajes de esa historia. Hay discusión sobre si es más importante la trama o el personaje, pero lo cierto es que los dos son importantes. El personaje depende de la trama y la trama depende del personaje.
Necesitamos para cualquier historia personajes que sean tridimensionales, que sean interesantes y personajes con los que empatizar. Así que vamos a ver 4 consejos que te pueden ayudar a escribir mejores personajes.
Escribir el perfil del personaje
En muchos cursos y libros de guión te recomiendan hacer fichas de los personajes con un perfil físico y psicológico muy exhaustivo; es alto o bajo, si tiene alguna peculiaridad al andar, si tiene alguna tara. En el perfil psicológico se suele decir si es una persona valiente o cobarde, a qué partido votarían. Y alguna gente incluso llega a poner cuál es su plato favorito, su color favorito y cosas por el estilo.
Nuestro consejo es que tampoco os volváis locos con esto porque de poco nos sirve saber que el plato favorito de un personaje es el estofado si eso no tiene ninguna relevancia en la historia.
Sin embargo, si que podría ser interesante, por ejemplo, saber si es celíaco o es vegano, porque eso le podría provocar un conflicto en alguna situación, por ejemplo, en una cita a ciegas, o el primer día de trabajo en un empleo nuevo. Puede ser interesante si nos sirve como material para crear conflictos entre personajes. A nosotros nos gusta más escribir biografías y monólogos de los personajes porque de esta forma es el propio personaje el que nos cuenta cómo es y cómo ve el mundo, y esto nos puede resultar muy útil cuando vayamos a dialogar porque ya sabemos cómo habla ese personaje. Cada uno tiene una forma de hablar.
Relacionar la trama con el personaje
Un personaje es lo que hace, no lo que dice, y esto está muy relacionado con la trama. Es importante plasmar qué obstáculo se va a encontrar el personaje a lo largo de la historia, qué dilemas va a tener que enfrentar para conocer a un personaje. Para ello podemos responder a la pregunta de qué haría ese personaje si se encontrara en una situación como esta ¿Qué haría si de pronto se produce un incendio en el centro comercial? ¿Actúa de forma heroica o actúa de forma egoísta? y ¿solamente piensa en salvarse a él? o qué haría por ejemplo si ve como una persona maltrata a un animal. Dependiendo de cómo haya actuado en una situación como esa sabremos cómo es ese personaje. Y de esta forma queda mejor reflejado. Cada personaje es lo que hace, no lo que dice que hace..
Definir el arquetipo
Un arquetipo es el origen de un modelo, la fuente a partir de la cual se generan otros modelos que dan lugar a la personalidad de cada individuo. Conocer los arquetipos más comunes en la literatura y en la psicología nos va a permitir crear personajes con mucho más cuerpo, y más tridimensionales. Esto hay que cuidarlo especialmente cuando estamos escribiendo personajes antagonistas. Normalmente al malo de la película para que para que no sea un personaje un estereotipo que sirve al guionista para que la historia funcione. Un ejemplo: no tiene nada que ver el Joker que hizo Heath Ledger en El caballero oscuro con el joker por ejemplo de la serie de televisión de Batman.
Deseo y necesidad
Una cosa es lo que el personaje desea y otra es lo que el personaje necesita. El deseo externo del personaje se suele relacionar con el objetivo que tiene en la historia. Puede que un personaje se pase toda la película obsesionado con llevar a cabo una venganza. Ese sería su deseo externo. Sin embargo, al final de la película descubrimos que ese personaje necesitaba redimirse. Tenía que perdonar. En muchísimas películas el personaje tiene un deseo externo que lo manifiesta y que es lo que hace que impulse la historia que persigue un objetivo, pero después ese personaje tiene una necesidad interna que probablemente todavía no sepa.
Conclusión
A modo de conclusión diremos que la base más importante de toda historia es la coherencia. No hay una manual para escribir la historia perfecta y cuantos más obstáculos y trabas te pongas para postergar la historia, mejor. Así tendrás más tiempo para reflexionar sobre tu historia. Los cursos de escritura deberían servir para hacernos reflexionar básicamente. En los últimos tiempos Internet se ha convertido en el refugio de todos los que han sido rechazados en editoriales con criterio. No caigas en la trampa.