La odisea del Labrador
16,00€
Paco, cantante, abogado y bebedor, se embarca en un crucero tratando de viajar hacia su destino. Allí encuentra todo tipo de personajes insólitos: el anciano Salustiano y su rica novia, el monje Stephen Carmona, extravagantes figuras del mundo de la música… Asesinatos y misterios en una asombrosa e hilarante aventura que lo conducirá al recóndito país tropical Puerto Gocera.
¡Embarquen!
- Título: La odisea del Labrador
- Colección: Impacto. Volumen 1
- Autor: Juan Francisco Marín
- Editorial: Kaizen Editores
- Páginas: 199
- ISBN: 9788419209085
- Categoría: Novela Negra / Novela satírica
- Estado: Disponible
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María Vázquez –
Un libro que es puro surrealismo. Tiene un protagonista de lo más peculiar, que se pasa el día bebiendo anís. Hasta me ha hecho pensar que igual está bueno y dulce, aunque en realidad siempre he pensado que el anís, para beber en copa, es de lo más asqueroso. Paco, el protagonista, tiene un poco de literatura esperpéntica, de personaje sujeto a los caprichos más extravagantes de la vida, de aferrarse a la evasión y hacerlo de la forma más excéntrica posible. No le van a la zaga los personajes que lo acompañan, todos parecen salidos del teatro de lo absurdo. Cada uno está marcado por unas características y un pasado donde lo grotesco se entrelaza con lo normal. Son personas solitarias que parecen no encajar en ningún lugar, que están destinadas a encontrarse y entenderse, porque el mero hecho de existir les hace estar menos solos.
Y es que la soledad es un elemento central en el libro. Desde Paco a Salus o su prometida son seres errantes en los que la soledad ha hecho mella y que han llenado su vida de estrambóticas situaciones y sueños que más bien parecen salidos de la desesperación, del delirio. Viven dominados por el presente, pivotando sobre sí mismos y creando una burbuja en la que lo disparatado es lo cotidiano.
Hay ciertas escenas en el camarote de Paco que parecen inspiradas en los hermanos Marx, que arrancan la sonrisa y, a la vez, hay momentos en los que aparece una cantante archifamosa en la historia, que me ha llevado a los años ochenta. Ha sido gracioso ver cómo Paco cantaba una y otra vez la misma canción, la cual no parecía tener una letra muy elaborada y sí mucho repetir estrofa, levantando pasiones entre el público. Cual si fuera la canción del verano.
Esperpento aparte, me ha parecido una crítica a la necesidad de estar siempre cumpliendo cupos que inconscientemente consideras que te ha puesto la sociedad o con los que has crecido, al menos eso he sentido con los personajes de Salus y su prometida. Una crítica a la política y los gobiernos de pacotilla de turno cuando las vacaciones de turno se transforman en una odisea por huir de un país en plena dictadura en el que han ido a recalar. Una crítica a la creencia de que gastar mucho dinero en viajar a destinos extravagantes te va a hacer feliz o abrir una nueva mentalidad.
Lo cierto es que me he echado muchas veces la mano a la cabeza incrédula por lo que estaban haciendo. Me he divertido, sobre todo con Bruno, un personaje al que he echado de menos que no apareciera más, con decir que estaba en público y no podía parar de reírme en voz muy alta con toda la parte de Bruno lo digo todo.
¿Qué no me ha gustado? Pues en esencia que es un libro en el que hay muchas veces en el que te cuentan lo que sucede en lugar de mostrártelo. Me ha faltado más mostrar.
En definitiva, es un libro en el que hallarás surrealismo desde el inicio al final, en el que lo absurdo se impone a lo cotidiano. Un libro que nos dice que la vida no hay que tomarla demasiado en serio, que disfrutemos y riamos.