El 16 de febrero de 1969 nací en la maternidad del ya desaparecido Hospital de la Cruz Roja, en la vecina Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), es un hecho circunstancial, mi padres (Manuel y Rosario) son naturales y residentes en Chipiona; éramos las primeras generaciones que daban a luz en hospitales y maternidades. En el año 1975 nació mi hermana (Rosario), en aquellos años en los que los matrimonios “buscaban la parejita”.
Una vez finalizado el COU y aprobada la Selectividad, llegaba el momento de decidirse por elegir la matriculación en la Universidad. Lamentablemente no pude tener acceso al INEF (Instituto Nacional de Educación Física), las pruebas selectivas eran durísimas y el baremo un tanto injusto. No tenía nada claro qué opción tomar, por un lado las notas de corte me impedía acceder a Periodismo, y la opción de Filosofía no parecía muy atractiva respecto a las salidas profesionales en unos años de altísimo paro juvenil. Así que opté por comenzar Empresariales, no me fue del todo mal, había ciertas asignaturas que me entusiasmaban y la versatilidad de la formación que aportaba nos hacía ser muy polivalentes de cara a la empleabilidad. Nada más terminar la diplomatura opté por compaginar estudios y trabajos.
Acepté una oferta como contable en una empresa exportadora de productos hortofrutícolas flor cortada. Es allí donde conocí a mi esposa, Yolanda, ya que buscando un puesto de administrativa con conocimientos en holandés e inglés terminó trabajando junto a mí en la empresa, una curiosa historia de serendipia amorosa.